Las aplicaciones con streaming en directo se apoderaron del mercado y ofrecen a los usuarios de redes sociales la posibilidad de conectarse con cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar del mundo.
Entonces, ¿qué es exactamente el streaming en directo? Solo consiste en utilizar su teléfono inteligente para transmitir videos a innumerables personas en tiempo real. Algunas de las aplicaciones más populares hoy en día son Facebook Live, Periscope y LiveStream, pero hay otras como Instagram Live, YouTube y Meerkat. La mayoría ofrecen comunidades integradas para el usuario y todas ellas están ganando popularidad en los adolescentes, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad del streaming en directo.
Esta tecnología es sin duda atractiva; sin embargo, (ya lo sable) presenta algunos peligros notorios para los preadolescentes y adolescentes. Peligros a los que usted, como padre o madre, no puede ignorar.
En la actualidad, la preocupación sobre estas aplicaciones se centra en la privacidad y el contenido inadecuado. Si bien un niño que transmite en directo juega a un videojuego en la plataforma Twitch suena inocuo, el hecho de que tenga interacciones con extraños mediante la función de chat no lo es.
Además, el miedo de que su niño vea algo verdaderamente perturbador, como un suicidio en directo, es suficiente como para llamar la atención de las personas acerca de las repercusiones de estas tecnologías.
Aprendimos de la manera difícil que lo que es divertido para los niños en línea suele ser riesgoso en términos de privacidad personal, seguridad e incluso salud mental.
Pasé unas horas investigando cada una de estas aplicaciones. La tecnología me impactó. Sin embargo, luego de algunos minutos investigando cada una de las aplicaciones, el “wow” que me provocó la tecnología se desvaneció al tener evidencia de los peligros.
Los preadolescentes y adolescentes transmiten videos propios durante cortos o largos periodos. ¿Qué hacen? No mucho, solo pasan el rato. Responden preguntan hechas por usuarios al azar, que hacen clic en sus perfiles en vivo (el objetivo es ganar favoritos y seguidores, por supuesto, para que un usuario de transmisión pueda subir puestos en tendencias). Algunos niños cantan, otros bailan y algunos muestran sus cuerpos. Algunos hablan sin restricciones y comparten secretos con extraños. La mayoría de los usuarios que observé parecían tener entre 12 y 18 años.
No me sorprendió encontrarme con varias preadolescentes y adolescentes que hablaban frente a sus teléfonos mientras reposaban en sus camas de manera seductora.
Muchos de los niños estaban solos en casa y sin supervisión. ¿Cómo lo sé? Porque muchos de los usuarios al azar les preguntaron si estaban solos en casa y lo confirmaron. También respondieron cuando se les preguntó su edad, a qué escuela fueron y dónde vivían (toda información personal que puede utilizarse para descubrir su identidad o incluso para acosarlos).
Lo cierto es que estas aplicaciones pueden abrir puertas al acoso cibernético, al contenido inadecuado, a los depredadores sexuales y mucho más. Para ser justos, no son adecuadas para preadolescentes y adolescentes, y sus términos de uso lo explicitan. Sin embargo, muchos niños acuden a las aplicaciones para ver, mostrarse, obtener ese codiciado “me gusta” digital y conectarse con sus compañeros de una manera nueva y divertida. Es probable que no busquen el contenido impactante que luego encontrarán, así que tómese el tiempo para revisar sus pantallas de inicio y tener esa conversación fundamental.
Puntos de discusión para las familias:
Hable sobre los aspectos positivos. Siempre comience con lo positivo. Converse con sus hijos sobre la atracción del streaming en directo, sobre algunas formas positivas en las que vieron a sus amigos u otras personas usar las aplicaciones y sobre lo que piensan de las funciones de los comentarios. Habla sobre las maneras interesantes en que estas aplicaciones pueden utilizarse con la tecnología actual. Analice los posibles peligros.Pregúnteles a sus hijos cuáles son algunos de los aspectos negativos que pueden ocurrir si ellos o un amigo utilizan las aplicaciones. Abra una de las aplicaciones con ellos y juntos vean algunas transmisiones para adolescentes (si son aptas). Pídale a su hijo que le señale todos los posibles peligros en el tipo de contenido que comparte esa persona, su entorno o la forma en que se viste. También lea los comentarios; analice el tono, la intención y la amabilidad. Señale los comportamientos buenos y los malos.
- Hable sobre las excepciones.Si su hijo tiene un amigo que transmitirá desde un evento especial como un partido de fútbol americano en la escuela, un cumpleaños o el baile de graduación, usar una de las aplicaciones caso por caso podría ser una opción.
- Hable sobre la privacidad.Si le permite a su hijo utilizar las aplicaciones de streaming en directo, asegúrese de tener una charla sobre privacidad y derechos de autor. No se deben compartir las películas, los conciertos, los eventos deportivos o algún evento remunerado porque son de propiedad privada. Además, asegúrese de que tengan el permiso de otros en la sala antes de hacer la transmisión y dígales que tengan en cuenta las obras de arte o la música original que puedan compartir.A continuación, hable sobre la protección de su propia privacidad. Es fundamental que mencione la importancia de ocultar la información confidencial, como su ubicación exacta y los detalles de identidad, mientras están en línea.
- Utilice controles parentales. Algunos servicios destreaming, como Twitch, ofrecen controles parentales que le permiten moderar el tipo de contenido con el quepuede encontrarse su hijo, por lo que deberá implementar estas configuraciones lo más rápido posible.
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